SOMA LABS ENNER: Un sintetizador analógico maravillosamente raro
Enner es una jungla de exploración para los dedos de las manos, los pies y tu ser interior. Te convierte en parte del patch a medida que el voltaje recorre tus venas en busca de inspiración musical.
ENNER
Enner es una herramienta de sonido expresiva que puede producir todo tipo de ruidos, glitches, pads y sonidos de sintetizador a través de la interacción física con los circuitos. El panel frontal está cubierto de pads de contacto que se conectan a través de tu carne afectando los niveles de señal, modulación, timbre, feedback y muchos otros parámetros. Dicho de otro modo, Enner utiliza las propiedades capacitivas de nuestra piel como parte del proceso de síntesis.
Hay algunos botones que se ocupan principalmente de la afinación, pero también del enrutamiento y las salidas. La idea central radica en las almohadillas de contacto. Fíjate en la imagen de abajo; la idea básica es tocar las partes azules y naranjas para que la señal fluya.
La pirámide en el medio es una serie de filtros con opciones de pasobanda, pasoalto, pasobajo y estéreo. Por algún sitio hay un delay estéreo modulado. Los potenciómetros de la derecha ajustan el pitch del sintetizador de cinco voces, que tendrás que disparar con los dedos de otra persona. A la izquierda hay otro sintetizador diseñado para generar clics rítmicos, bajos y octavas. Enner incorpora una placa piezoeléctrica para capturar el sonido de la carcasa con la que se interactúa. Por último, tenemos un generador de ruido en la base de la pirámide y además puedes conectar una fuente de sonido externa.
Esto es algo que hay que ver para creer, así que veámoslo:
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Bueno, ¡está genial! Alocado, pero genial.
Enner se fabrica en Rusia y cuesta €440. SOMA LABS afirma que, aunque los voltajes recorren tu cuerpo, es algo totalmente seguro, pero no se responsabilizan por alguna sensación incómoda que puedas experimentar.
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