Producción musical minimalista: haz más con menos
Apuesta por un enfoque más sencillo para crear tu música
Exploramos la producción musical minimalista, un enfoque que permite crear música sin preocuparse tanto por exigencias técnicas o de equipo.
En este artículo:
En las artes plásticas, el Minimalismo hace referencia a un movimiento que surgió en la década de 1960 como respuesta al Expresionismo abstracto de la posguerra, y que tuvo un importante efecto en la cultura contemporánea. Sin ser demasiado elaborado, el arte minimalista permite a la audiencia acceder igualmente a la idea o concepto central de la obra, aunque de una forma más directa.
- ¿Qué es el minimalismo? (Artículo en inglés)
Producción musical minimalista
En la música, varias tendencias han seguido un hilo similar al del Minimalismo visual, incluyendo la música concreta, el postpunk, el synth pop y varios tipos de música electrónica. Estos estilos musicales se definen adoptando un enfoque de «menos es más» durante el proceso de su creación. En este artículo, te contamos cómo puedes aprovechar alguno de estos principios e incorporarlos a tu flujo de trabaja, si es que quieres hacerlo.
¿Qué es la producción musical minimalista?
En la creación de cualquier estilo de música, podemos usar un enfoque minimalista para así obtener producciones musicales que permitan a los oyentes conectar con el contenido emocional de una forma más directa y sin distraerse con tecnicismos. Esto pone el énfasis en la simplicidad a la hora de mostrar a la audiencia la intención que hay detrás de la música, lo que podría desencadenar en un mayor impacto sonoro y emocional.
Naturalmente, introducir un nuevo enfoque en un flujo de trabajo creativo no es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana. Y aunque podrías vivir varios momentos de esos de «¡eureka!» a lo largo del camino, necesitarás invertir una buena cantidad de tiempo para hacerte al nuevo sistema de trabajo y decidir si en tu caso funciona ese nuevo enfoque. De todas formas, recuerda que hablamos de un enfoque minimalista para crear tu música, independientemente del género que quieras cultivar, así que no te lances todavía a llenar tu armario de ropa negra y a producir techno con cuatro sonidos.
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Producción musical minimalista: definiendo los límites
Ya sea que trabajes solamente con los plugins que lleva de serie tu DAW, o que tengas un enorme estudio lleno de sintetizadores antiguos, definir límites a la hora de iniciar proyectos suele ser una buena forma de aumentar tus capacidades creativas. Por ejemplo, si de forma habitual sueles trabajar con cinco instrumentos que podríamos considerar «tus favoritos», intentar centrarte solamente en uno o dos de ellos en tu próximo proyecto, y dedica algo de tiempo a explorar y profundizar en sus capacidades creativas y expresivas.
Y si eres de los que dedicas horas a escuchar y seleccionar muestras de batería navegando por librerías interminable, trata de sustituir ese proceso por otro en el que trabajes con una caja de ritmos virtual con menos sonidos de base pero que se puedan editar. Y en lugar de trabajar con preajustes, carga presets iniciales y experimenta con los osciladores, los filtros, las envolventes, las opciones de modulación y los efectos, tratando de conseguir sonidos más personales y únicos.
Una forma muy efectiva de adoptar un enfoque minimalista es fijarte límites concretos y cerrados a la hora de seleccionar un determinado número de instrumentos, sonidos y efectos para crear una pista o un álbum. Una vez hecho esto, trata de exprimir esos recursos todo lo que puedas pero centrándote más en los aspectos musicales que en los técnicos.
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More InformationProducción musical minimalista: creando las canciones
Toda canción que esté bien planteada tiene un punto donde la intensidad es más alta, y cada sección tiene un elemento focal que mantiene la atención del oyente, ya sea una parte de instrumento vocal o melódica. En la mayoría de los estilos musicales, la voz es el principal punto de atención, mientras que el resto de sonidos suelen estar ahí para complementarla. Sin embargo, ¿qué pasa con los estilos de música que no incluyen voces?
Bueno, en muchos estilos de música electrónica, encontramos lo que se conoce como ostinato, que no es otra cosa que un conjunto de notas que se repite insistentemente en una creación musical, que se convierte en el tema principal de la canción. Puede ser un lead, una línea de bajo o una progresión de acordes que van variando ligeramente a lo largo del tema, o una parte melódica que se escucha a lo largo de toda la canción, aunque puedan darse ligeras variaciones.
Esto que comentamos se hace especialmente evidente en la música electrónica de baile, donde grupos como Faithless se hicieron internacionalmente famosos por crear canciones que saltaron de las pistas de baile a las radio con melodías muy simples y repetitivas, pero también inconfundibles y atemporales. Dicho esto, escribir canciones en torno a un riff o un motivo principal, no es algo nuevo ni que comenzase con la música electrónica de baile.
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Más informaciónProducción musical minimalista: tiempo dedicado a la producción
Aunque el proceso creativo de cada artista es diferente al de los demás, los géneros suelen tener puntos en común cuando se abordan nuevos arreglos. Esto no significa que todas las canciones del mismo género se creen igual, pero sí que no hace falta reinventar la rueda si quieres probar un enfoque de producción minimalista. A veces, incluso basta despojar al proceso de algunas de esas necesidades que podemos creer que son básicas e innegociables en un género.
Esto se puede hacer analizando las secciones individuales de una canción y decidiendo cuál es el elemento principal de cada una. Recuerda que la canción es como una historia que fluye de un punto a otro. A medida que se añaden más elementos a la mezcla, la canción aumenta en intensidad, pero ¿esas 50 partes de guitarra adicionales ayudan al público a entenderla, o se lo ponen más difícil?
Al utilizar solo los sonidos que son absolutamente necesarios, generalmente tendrás más espacio en tu mezcla para sorprender al oyente con efectos y texturas. Es más, tu trabajo de mezcla por lo general se volverá más sencillo con pocos sonidos cuidadosamente elegidos, en lugar de con un montón de instrumentos y pistas que se pelean por el espacio.
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