Guía básica de efectos en producción musical: la ecualización
La ecualización es probablemente el proceso más universal y extendido en tareas de diseño de sonido, producción musical, mezcla y masterización. Un buen ingeniero podría hacer una mezcla más que solvente disponiendo tan solo de un material de audio grabado de forma correcta y de un buen ecualizador. Naturalmente, si además puede acceder a otras herramientas, sus resultados serán aún mejores, claro está. Pero aprender a entender qué hace un ecualizador y llegar a dominar este proceso debería ser el abecé de cualquiera que desee ganarse la vida traficando con sonido.
¿Qué es la ecualización?
La ecualización es un proceso por el cual se modifica el nivel del contenido en frecuencias de una señal de audio. O dicho de otro modo, es una herramienta que nos permite ajustar de forma más o menos independiente y precisa el volumen de los diferentes rangos de frecuencias de una señal o archivo de audio. La independencia de los rangos de frecuencias y la precisión del proceso dependerá del tipo de ecualizador que estemos usando, y también de su calidad y de la cantidad de parámetros y frecuencias a las que dé acceso, claro.
¿Para qué se utiliza la ecualización en producción musical?

El Neve 1073 es un previo de micro que incluye una sección de ecualización de primera calidad
Al igual que ocurre con cualquier proceso disponible en el arsenal de un productor musical, un técnico o un ingeniero, la ecualización cumple diversos papeles en la creación musical y en la edición de audio. A continuación te dejamos los usos más habituales que se le suelen dar a estos procesadores:
- Amplificar o reducir el sonido a partir de bandas específicas, con el fin de mejorar la calidad de una señal de audio. Este uso tiene en la práctica muchas posibles aplicaciones, por ejemplo, utilizar un ecualizador para eliminar o reducir las frecuencias que queden por debajo de los 50 Hz (o de otra frecuencia cercana) es un paso habitual a la hora de grabar voces, ya que en ese rango de frecuencias no va a haber información útil para la voz, pero seguramente sí ruidos indeseados. Por otro lado, imagina que has grabado una guitarra acústica y sientes que el sonido tiene poco cuerpo o poco brillo, pues un ecualizador, sin ser tampoco un artefacto mágico, puede ayudarte a agregar (o eliminar) un poco de intensidad adicional a algunas frecuencias. Es importante remarcar que, aunque los ecualizadores pueden ser realmente útiles y efectivos haciendo su labor, a veces es recomendable volver a realizar una grabación para obtener el mejor resultado posible.
- Moldear el tono general de una señal de audio es otro uso habitual de la ecualización. Esto se consigue combinando dos bandas de ecualización (una asignada a las frecuencias graves, y otra a las frecuencias agudas) en lo que suele conocerse como ecualización tilt. Este tipo de procesadores amplifican una de las bandas, al tiempo que reducen la otra de forma proporcional. Imagina que un instrumento o una pista completa te suenan tal vez demasiado oscuros y apagados, pues eso puede deberse a un exceso de frecuencias graves combinado con una ausencia de frecuencias agudas. Pues un ecualizador tilt puede ayudarte a solucionar dicho problema en un solo paso, y al tiempo que reduces las frecuencias graves, también aumentarás las frecuencias agudas aportando cierto equilibrio al resultado. Naturalmente, el proceso también puede ser a la inversa, en caso de que detectes que tu audio suena demasiado brillante y le falta pegada en las frecuencias bajas. Y sí, todo lo dicho en este punto puede hacerse simplemente combinando dos ecualizadores o con un ecualizador multibanda sin necesidad de disponer de un ecualizador tilt, pero un buen ecualizador tilt te ahorrará tiempo y tenderá a ser más preciso ya que realizará los ajustes en cada banda de forma proporcional.
- Eliminar resonancias es también algo que podrás hacer con un ecualizador. Ya sea a la vieja usanza, es decir, buscando y detectando las resonancias de oído y aplicando reducciones drásticas en las bandas que creas oportuno, o utilizando alguna de las herramientas espectrales que tan de moda se han puesto en los últimos años, como Soothe 2 o Waves Curves Equator, que en la práctica no dejan de ser ecualizadores dinámicos que actúan sobre muchas bandas en tiempo real y en función de la información que les va llegando en cada momento.
- Los ecualizadores también se pueden usar con fines creativos, y no solo para mejorar o corregir señales de audio. Puede que la guitarra de tu pista esté grabada a la perfección, pero quieras que parezca que suena apagada y lejana, como si estuviese sonando en otra habituación; o tal vez quieras simular que una voz sale de un teléfono o un megáfono, pues todo eso y mucho más podrás hacerlo también con un ecualizador. Este tipo de usos son mucho más divertidos y solo dependerán de lo imaginativo que puedas llegar a ser, así que no tengas miedo a experimentar. Eso sí, ten siempre un archivo de respaldo de la grabación original, por lo que pudiese pasar.


Parámetros más habituales de un ecualizador

Paquetes como el iZotope Neutron 5 incluyen diversas opciones de ecualización, además de otros procesos
Si los comparamos con otros procesadores de audio, los ecualizadores pueden ser hasta «sencillos» en lo que a controles se refiere. Al menos los ecualizadores que podríamos llamar tradicionales, los cuales suelen tener tres controles básicos y en ocasiones algunas funcionalidades adicionales que permiten trabajar con más precisión a la hora de aplicarlos.
- Ganancia: el principio fundamental de un ecualizador es tan simple como asignar un control de ganancia a cada frecuencia sobre la que se quiere trabajar. Del mismo modo que los faders de un mezclador afectan al volumen de cada canal, los controles de ganancia de un ecualizador afectan al volumen de cada banda de frecuencias.
- Frecuencia: algunos ecualizadores, como los paramétricos y semiparamétricos permiten ajustar la frecuencia a la que se aplicarán los cambios de ganancia. Cuantas más bandas ofrezca un ecualizador, más controles de frecuencia tendremos disponibles para crear curvas más precisas y personalizadas.
- Factor Q (o ancho de banda): este parámetro está disponible en cada banda de un ecualizador paramétrico, y permite ajustar lo precisos que queremos ser a la hora de aplicar un proceso de ecualización en una frecuencia concreta. A menor Q, más nos ajustaremos a la frecuencia seleccionada, lo cual puede venir bien para reducir resonancias o mitigar problemas concretos en frecuencias específicas. En cambio, a mayor Q, más amplia será la curva de acción de ecualizador, lo que suele dar resultados más naturales y musicales.
- Tipos de curvas: algunos ecualizadores permiten elegir diferentes tipos de curvas y filtros para las diferentes bandas en función de lo que queramos hacer en cada una de ellas. Este punto bien podría ocupar todo un artículo (y tal vez lo hagamos), así que tampoco podemos profundizar demasiado sin aumentar en exceso la extensión del artículo.


Tipos de ecualizadores
Los diferentes tipos de ecualizadores cubren diferentes tipos de necesidades o preferencias que se pueden dar durante la grabación, la edición, la mezcla o la masterización de audio. A continuación te listamos los tipos de ecualizadores más habituales.
Ecualizadores gráficos

El Waves API 560 emula un famoso ecualizador gráfico de la firma API
Este tipo de ecualizadores trabajan con deslizadores ya asignados a frecuencias fijas y permiten ajustar la ganancia de cada frecuencia. Se denominan ecualizadores gráficos porque la secuencia de bandas dibuja una gráfica. Este tipo de ecualizadores ofrecen un control menor sobre el audio, ya que las frecuencias son fijas y no hay control de Q, pero con ellos es posible controlar muchas frecuencias de forma muy rápida, es por ello que se utilizan mucho en instalaciones de directo. Aunque también en estudios.


Ecualizadores de tono y tilt
Los ecualizadores de tono y los ecualizadores de tilt son versiones muy sencillas de herramientas de ecualización. Los primeros afectan a una sola banda de frecuencias, que suelen ser graves o agudas (a veces se pueden conmutar), y se utilizan para añadir o reducir presencia de la banda sobre la que actúan. El tipo de curva, la frecuencia y el factor Q ya vienen predeterminados por el fabricante, así que no brindan demasiado control. Eso sí, suelen ser unidades o plugins que aportan un carácter especial al sonido.
De los ecualizadores tilt ya hemos hablado un poco más arriba, y básicamente son dos ecualizadores de tono combinados que actúan al unísono, amplificando y reduciendo las frecuencias graves y/o agudas de forma inversamente proporcional.
Ecualizadores semiparamétricos
Este tipo de ecualizadores brindan más control sobre las frecuencias disponibles que los vistos hasta ahora, pero menos que los paramétricos, y por lo general solo permiten trabajar sobre unas pocas bandas. Estos ecualizadores ofrecen la posibilidad de ajustar las frecuencias sobre las que trabajar (parcialmente al menos) y la ganancia de cada una de ellas. Pero no encontrarás control de factor Q. Son habituales en unidades hardware antiguas, amplificadores y consolas de mezcla no muy grandes.


Ecualizadores paramétricos
Son los ecualizadores más usados en ciertas fases de la producción musical, ya que son los que más control brindan. Además de poder ajustar la ganancia y la frecuencia, también es posible determinar el factor Q de cada frecuencia. Los ecualizadores paramétricos analógicos suelen son más limitados en cuanto al número de bandas disponibles, pero algunos plugins de ecualización paramétrica permiten trabajar con más de 10 y de 20 bandas al mismo tiempo, ofreciendo un gran nivel de control sobre la fuente de audio.
Ecualizadores mid side

El SSL Native X-EQ 2 es un plugin de ecualización con muchas opciones, entre ellas procesamiento mid-side
Este tipo de ecualizadores se basan en los mismos principios que los vistos hasta ahora, pero permiten dividir una señal en sus componentes medio y lateral. Lo que se traduce en un mayor control del audio en función del tipo de instrumento a procesar.


Ecualizadores dinámicos

El FabFilter Pro-Q4 se ha convertido en un auténtico estándar de la ecualización
Un ecualizador tradicional actúa sobre el audio a media que empieza a recorrer su circuito, sin importar su volumen ni ninguna otra variable. En cambio, un ecualizador dinámico permite realizar esos mismos ajustes de ecualización pero solo cuando la señal de audio supera cierto umbral fijado y en función de unos tiempos de ataque y relajación establecidos, si es que el ecualizador permite ajustarlos, que no siempre es así. Este tipo de proceso es, en algunos sentidos, similar al que se puede aplicar con un compresor.


Ecualizadores espectrales

El Oeksound Soothe 2 es un ecualizador espectral muy popular, al que le han salido duros competidores en los últimos meses
Son la última vuelta de tuerca del apasionante mundo de la ecualización, y lo que hacen estos procesadores es aplicar una ecualización dinámica pero sobre rangos frecuencias que previamente han sido descompuestos en cientos o miles de bandas de frecuencias. Esto permite realizar ajustes de ecualización increíblemente precisos, y por lo general se utilizan para mitigar resonancias y para añadir equilibrio tonal a una señal de audio. Eso sí, pueden ser poco sutiles si se abusa de ellos. Y no siempre son necesarios.


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